El misterio de las 'suculentas plastas'

Intentando dar fin al misterio de las plastas, voy a contar aquí todo lo que sé al respecto para que se acabe la maricada, porque ya estoy aburrido que siempre que nos reunimos algunos graduados del 2004, sale a flote el maldito tema de la autoría de las plastas. Es más, voy a contarlo de forma que aquél que ignore por completo esta historia, se entere hasta de personajes totalmente desconocidos por nosotros mismos, de esos que salen con claves como <-,-> Y, R, L, SELECT, START, bueno, así era que sacábamos a Fortunato's, o el mismo Cirilo's.

Bien, respondiendo más que todo a la insistencia de Guillermo* (Evo Morales) y de otros que no voy a nombrar ahora, narraré todo lo que sucedió, si la memoria me lo permite, claro está; además, son cosas de las que nadie se acuerda y nadie habla, pasaron 12 años si mal no estoy.

Pero bueno, todo fue en esos días en que el verano estaba llegando y con esa época, el fin de año. Cuando llovía, o mejor dicho, cuando llueve, y sale ese hijueputa sol que se quieren chupar todos los charcos y hasta el agua que bebes, las idas al baño a mear son escasas y muy esporádicas, pero aquí a su servidor, le dieron ganas de ir en uno de esos días, en el cual se había tomado aproximadamente 2 litros de agua en la mañana, buscando menguar la deshidratación. Esto no traería ningunas consecuencias en el futuro, incluso, el mismo descubrimiento que estaba a punto de hacer, tampoco. Mientras el sol hacía que la piel me ardiera yo meaba tranquilamente hasta percatarme de unos baldes puestos en una posición extraña: estaban boca abajo, como si estuvieran tapando algo, y claro, yo no me iba a ir de ahí sin saber qué es lo que era. Comandado por mi insaciable e intranquila curiosidad, me acerqué a ellos sin que un fétido olor a mierda me espantara, era como una advertencia, como si el olor me dijera "ábrete de aquí hijueputa, ¡vete eche!", pero ajá, la curiosidad en mí siempre puede más. Me acuerdo que se me salían las lágrimas de esa jediondez (*2), era algo insoportable, pero "vamos pa lante", y al abrir uno de los baldes, me encuentro con un pila de mierda llena de moscas que no sé cómo atravesaron el balde, no me quiero acordar de su color y textura, porque me llevará a ese instante nuevamente, en el que me lavé la boca enseguida para quitarme el sabor del caldito (*3) de la boca, pero no sé si será obra de la misma curiosidad imprudente, idiotez humana o simplemente masoquismo cuando opté por abrir otros dos que estaban en la misma posición; esta vez no fui tan marica, los abrí con un palo; tal como lo esperaba: dos pasteles más, cuál de los tres estuviera más putrefacto. En seguida me fui de ahí porque podía pillarme alguien y después relacionarme con esas obras de arte. Llegué al salón y tal, con los ojos rojos y pequeños, que causó el acoso del Bandid (*4) para que le diera yerba, que si me la había fumao en el baño y el cuento, el cabrón (*5) y otros ahí, "nojoda, por enésima ve' hey, ¡eche! ¡Que yo no estaba fumando un culo! ¡Nojoda!", jajajaja, fue la memorable respuesta de las que muchos se acuerdan porque nos cagamos de la risa un rato y nadie volvió a fumar maracachafa en el colegio por una semana.

Calculo que la mierda tenía ahí alguna semana, quizá dos, pero pasó otro par para que se dieran cuenta de las suculentas, y de ese día me acuerdo bien, porque fue el día en que el Chapa (*6) el gran fortín, una pieza de arquitectura moderna, una fortaleza, una estructura hecha a base de mierda. Yo fui testigo de ello. Cuando teníamos que coger para la cafetería, el pasar por la entrada al baño, era un trayecto obligado, fue el segundo recreo, cuando el sol hacía de las suyas con el olor de la mierda y la gente no quería ir a la cafetería por eso mismo, el marica del Chapa se metió no me acuerdo con quiénes más al baño y empezaron a patear los baldes buscando las fuentes de poder del olor, yo estaba en la puerta de la cafetería viendo el espectáculo que encontrarían, porque claro, me tocaba quedarme callao por obvias razones, igual, no creo que haya sido el único que descubridor de las plastas al alzar los baldes en tan provocativas posiciones. Estaba hablando con la Coneja (*7), creo, no me acuerdo perfectamente con quién era, pero me acerqué al baño y vi a estos maricas cagados de la risa al ver ese tesoro. Justo ahí fue cuando el Chapa-arquitecto fusionó a dos de las plastas, en tremendo cerro de mierda que se asemejaba a un castillo. No sé cómo diablos hizo para aguantar el olor, porque al moverlas se desprendía un olor más fétido aún, olía peor que un muerto, era, era el olor de la mierda... jajajajajaja.

Al día siguiente, William (*8), el profesor de física, y nuestro director de grupo, llegó con la noticia:

-Muchachos, yo no sé sinceramente qué es lo que pasa aquí, pero estoy seguro que aquí ha sido, de todas maneras, ya di el aviso al otro salón para que estuvieran pendientes, porque a ese lo vamos a capturar. -dijo el profesor-.
-Profesor pero cálmese, ¿qué fue lo que pasó?, -dijo Vanessa-.
-Nada, que ayer unos muchachos del otro del otro curso encontraron dos suculentas plastas (risas de todos en el aula), -hablaba así mientras hacía gestos con las manos en relación con el enorme tamaño de la 'fortaleza' y el otro cerrito-, en el baño de los hombres. Había una que parecía una loma y otra más pequeña.
-William, pero cógela suave, que eso aquí no ha sío, si ellos la encontraron, es por algo. A tí qué, ¿te tocó verlas y examinarlas? -Dijo Juan Diego mientras todos se meaban de la risa-.
-Pero claro que sí, allá me tocó verlas, -respondió el docente-.
-El cuerpo del delito -dije yo tratando de no reírme-.
-Sí, así es, -seguía William, mientras que me miraba con el resto del salón, como si yo hubiera sido, y yo miraba a Margarita, ¿qué, acaso no podía haber sido ella ah?- vamos a encontrarlos así sea que traigamos una bacterióloga aquí -eche, me seguía mirando mientras decía eso-, y de nuevo, estoy seguro que fue en este salón, los de esa gracia, y también que tampoco pudo haber sido una mujer por la posición en que se encontraban, además tuvo que haber sido alguien bastante corpulento para que pudiera expulsar esas masas -y seguía yo mirando a Margarita-, casi que sobrehumanas -continuaba William-, es como si hubiera expulsado demonios, un exorcismo o algo así.

Después de eso del 'exorcismo' no pude aguantar la risa por más tiempo, porque tenía en mi mente 'el castillo', y que se habían cagado en las narices de los mismos profesores que sólo a 10 metros se encontraban parqueaos. Yo seguía mirando a Margarita, ella me miraba y se iba en risa también, el uno estaba dudando del otro, miradas como "tú fuiste hijueputa, yo sé qué tú lo hiciste, confiesa que hiciste esa estupidez". En fin. No se volvió a mencionar el tema hasta el día siguiente, en que le pregunté al Ñato (*9) sobre el destino de las suculentas, duré todo el día riéndome, no me podía acordar del relato del Ñato porque me iba en risa, no fue tan bueno, porque me sacaron de dos clases por andar con el viaje. No sé si escribir las palabras del Ñato o ir directo al grano en lo que me dijo. Bueno, total para acortar la vaina, el Ñato me contó que esa parte era labor del Oscar -otro conserje-, ese día, pero al momento de querer barrer las plastas, se fue en vómito. Rosa, otra encargada del aseo, le dió un vaso de agua para que se calmara, se pusiera una mascarilla, no mirara y la recogiera, que iba a pasar en un momentico. Oscar lo intentó nuevamente, pero como ya había vomitado el almuerzo, botó era lo que quedaba no digerido del desayuno, terminó rindiéndose, buscó al Ñato y le dijo que le daba 1000 barras si le hacía el favor de quitarle esas mierdas de ahí, el Ñato se volvió agallúo (*10) y le pidió 5 lucas, Oscar le dijo que sólo tenía 2500 tablas y el Ñato terminó aceptando "ñedda, pa ve esa mondá, nojoda", fueron algunas de sus palabras. Ñato todoterreno acabó con la obra de arte en cuestión de segundos, según me contó; otra cosa también fue que según él, cuando la bolsa de la basura estaba en la puerta esperando al camión, la gente que pasaba por allí sentía el olor desde la esquina opuesta y optaba por pasar por otra calle mejor, evitando el olor; también agregó que los de la basura le preguntaron que si era que en la bolsa había muerto, o era que estaban limpiando las cañerías y metiendo los desperdicios en la bolsa.

Desde ese día, más nunca se ha vuelto a tocar el tema de esa maricada a la que le di tan poca importancia, que cuando me hablaban de "las cagadas en 11", no sabía a qué exactamente se referían. Espero que la próxima vez que me reúna con los vales del colegio, no vuelvan a joder con esta hijueputa anécdota que tiene poco de especial, por Dios, ¡¡ya son 3 años desde entonces!! Araque, ¡ya sabes!

Aunque, ahora que lo veo bien, el día que llegó William al salón, me puse a pensar en quienes había visto fabricando papel higiénico en semanas pasadas, y no puedo decir plenamente cuáles eran, porque fueron muchos los y las que vi. Por cierto, les revelo a todos los que querían saber cuál era mi baño, les comento que eran los de preescolar y el psicología, aunque ese último se puteó, todos querían utilizarlo, hasta la profesora que daba inglés en 6 y 7, una vez la vi salir de MI baño en el área de psicología, me dió rabia por un lado, porque lo había dejado 'oloroso', pero por otro, fue cuando descubrí los de preescolar. Si te interesa, puedes ir a la clasificación llamada 'BONUS TRACK', y encontrar el manual para la realización de papel higiénico en estudiantiles casos de emergencia.

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*Araque
*2 Hediondez
*3 Vómito
*4 Sobre nombre de una persona que no puedo revelar
*5 El mismo Pich's
*6 Rodrigo B.
*7 Melissa H.
*8 El negro rumbero, Quibbe, Suda-petróleo, entre otros sobre nombres que ha tenido
*9 Carlos Manuel, el conserje, bueno, uno de los encargados del aseo
*10 De que se le abrieron las agallas, ambicioso