jueves, 2 de mayo de 2013

Tal vez sea hora...

Sabemos que no es verdadero. Sabemos que es un engaño. Sabemos que es mi propia ficción. Los tres lo sabemos. Sabemos que es sólo una idea mía, que soy nuevo en ello. Que fallará.

No sabemos la verdad si vaya a fallar. No lo sabremos si no lo intentamos. Por lo menos, eso trataré yo. Pese a ser una ficción, ¿qué sería de nosotros, los humanos, sin ellas? Sin las utopías, sin los sueños, si es que en eso nos la pasamos gran parte de nuestras vidas.

No sabemos si éste engaño me vaya a funcionar, pero debemos tratar. Debo traer a la realidad éste sueño: el sueño de olvidarte, aunque me engañe creyendo que podré sentir por ella lo que siento por ti. Por lo menos ahora.

Suena cruel. Suena injusto. Pero ella está de acuerdo. Aunque tal vez deba estar solo, pero quiero probar así, jamás lo he hecho, pero siempre hay una primera vez, aunque no esté de acuerdo. Es una contradicción. Tú lo haces, déjame a mí. No seas egoísta.

A veces creo que es más cruel lo que haces conmigo. No sé cuán bajo pueda llegar, digo, si es que hay algo más abajo que el suelo.

Tú no me defines. No puedes tenerme así. Un "no sé" no me sirve: me ilusiona. El "dale", de ella, motiva, me ayuda, me apoya a olvidarte por encima de cualquier injusticia o engaño con ella misma, sobre cualquier dolor y ansiedad, pero más arriba está la verdad, la sabe.

A ti te di todo. Todavía me tienes, pero juegas conmigo. Como dijo una vez una amiga: "no se puede tener todo en la vida".

Te agradecería que no me busques más hasta tanto me tengas una respuesta concreta, mientras tanto, no.

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