miércoles, 8 de mayo de 2013

El delirio aquél

Podemos soñar, podemos recordar, podemos imaginar, podemos delirar.

Como si no hubiera terceros. Como si no me engañara, como si lo que dijera o intentara fuera sólo bromas. El tiempo se vuelve sólo una escala, una medida inútil contigo.

Trato y trato.

Es, simplemente inútil.

A veces creo que sólo eres un producto de imaginación, que sólo te he idealizado, que sólo te he creado, que sólo has vivido allí, aquí, en mi mente. No es posible que alguien como tú exista por fuera de mi cabeza para luego tomar vida, porque estás hecha bajo mi medida, sólo por eso. Pero dueles.

Me gustaría no engañarla más.

Me gustaría estar sólo contigo.

Me gustaría que no lo engañaras más.

Me gustaría que sólo estuvieras conmigo.

¿Por qué es tan difícil? 

¿Qué es tan difícil?

A mí no me importa, ¿a ti?, ¿es eso? ¿Qué es? En serio.

¿Por qué no podemos estar como hoy, como antes de ayer, como siempre, como antes...? Sólo los dos, sin problemas.

Comencemos de cero.

A veces se me olvida que sólo eres un sueño. Ése es el problema.

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